
Quiero una Iglesia que ame sin distincion de Raza, sexo, edad, capacidad intelectual, lengua, condicion social, orientacion sexual, posicion politica o cualquier otra condicion que nos hace seres individuales y unicos.
Quiero una Iglesia que no posea jerarquias que dividad a las personas colocandolas en puestos mas "altos" o "menos importantes" creando con esto brechas de division entre "los primeros" y "los ultimos" en cambio deseo ser igual al otro en deberes y derechos desarrollando cada cual su Don que le fue dado en virtud de Gracia.
Quiero una Iglesia que no se fije en "cual espiritual soy", si oro mas que el otro, si levanto mis manos con regularidad o si ofrendo mi 10% cada mes. Deseo que nos enfoquemos en temas del reino, como ayudar al mas necesitado, amparar al desamparado, entregar esperanza al que no la tiene o siente su paso casado o triste.
Quiero una Iglesia que ame a Jesucristo como su Senor y Salvador en primer lugar y no a sus bienes materiales, atributos fisicos, o sus cualidades en general pues esto es pasajero y simple vanidad inutil.
Quiero una Iglesia que defienda los derechos humanos de todas las personas y elevarlas a un grado de dignidad como se merece cada hij@ de Dios en su cualidad de seres humanos, que denuncie la pobreza como pecado social y la intolerancia como signos negativos para el desarrollo de la sociedad, que se nutra de ideas diversas extraidas de diversos pensamientos y anime a los hermanos a crecer juntos en igualdad de condicion.
En ese momento sonò mi despertador y algo confundido recordè aquel extrano sueno. Luego de un agitado dia de trabajo olvide mi utòpica esperanza canuta para cerrar mis ojos una vez mas y creer que el fin estaba cerca.