jueves, mayo 10, 2007

En esa esquina...


Los taco aguja y el rouge rojo furioso eran sus "armas" para combatir una noche fria de puterio Capitalino, sola en ese callejón rodeado de Iglesias de roca masisa y asexuados angeles juguetones se encontraba esa noche "la seca" como solian llamarla por su afición a ser decidida y sabia en las artes amatorias. Sus compañeras de labor esa noche decidieron recorrer otros sectores "mas acomodados" y que ofrecian mejores sustentos económicos para esas noches en donde la lujuria callejera se afilió con los cachondos teclados que hervian cada viernes como olletas de bruja vengativa en pleno aquelarre.

Nunca se sintió sola, a pesar de que las vió duras y peludas en todo sentido, nunca perdió la cordura o su espiritu de sacrificio. Los pocos vellos aferrados a su terza cara de loca poblacional se ponian como piel de gallina a los caprichos del aire invernal, su esperanza de salir de esta situación que para ella era incomoda no se desvanecia, al contrario, crecia cada dia como la Fé que un dia conoció producto de un cliente que le habló de un tal Jesús luego de acabar sobre su holgado traje de predicador del Paseo Ahumada.

Cada noche al salir a trabajar, una oración rosa subia por los cielos, como humo de pito en Abril perfumaba el ambiente. Su sonrisa se notaba pues no estaba sola, ella creia y eso le bastaba para entregar su cuerpo y sentir que ella era especial, no por nada se entregaba en esos callejones cerca del metro Salvador. La cruz colgada a su cuello le aseguraba de ello, aunque muchas veces las vió duras y peludas...

2 comentarios:

Víctor Hugo Robles dijo...

Cariño mío

Leí tu mensaje en mi mariko blog y lo encontré precioso. Muchas gracias por tus lindas palabras y espero de verdad poder cruzarnos alguna loca noche, ja, ja, ja.

Besos :)

Víctor Hugo
www.elchedelosgays.blogspot.com

Anónimo dijo...
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