Hace un tiempo en una conversaciòn de planificaciòn de lo que hiba a ser la "marcha del orgullo gay", saliò la idea de hacer un cartel con la frase dicha por Jesùs: "dejad a lo niños venid a mi" en alusiòn a los abusos sexuales cometidos por la Iglesia catòlica con respecto a la pedofilia. Por supuesto no me pareciò en lo absoluto, por que en primer lugar era burdo y fuera de contexto y en segundo lugar esta frase tan simple encierra una verdad tan maravillosa, que nos compete a todo el mundo GLBTTQ.
En la epoca en la que se encontraba Jesùs, las mujeres, los enfermos y los niños no estaban contemplados en lo absoluto dentro de la sociedad (cosa que aùn podemos ver en la actualidad por cierto) por lo tanto eran excluidos para: la entrada del templo, opinion alguna y derechos varios, entre otras desigualdades. Con esto podemos decir que esta frase no solo estaba "fuera de los canones establecidos" para su epoca, sino que ademàs es alusiòn a que TOD#S somos iguales ante sus ojos. O sea los discriminados, rechazados estaban invitados como cualquier criatura a ser parte de su reino (reino que se construye desde el ahora con justicia y equidad) esta frase que a veces tomamos sin importancia es una hermosa promesa hecha por nuestro Dios -ademàs-para gays, lesbianas, bisexuales, trans y queers.
Cuantos de los "cristianos" nos alejan de Jesùs cuando lo buscamos de corazòn como hicieron estos pequeños? pero el con gran amor les dice: "dejad a los niños venid a mi y no se lo impidais, por que de tales es el reino de los cielos".
No desaprovechemos esta oportunidad y acerquemos a nuestro Creador aunque muchos formen barreras invisibles para no hacerlo como lo hicieron sus seguidores en tiempos pasados.
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